Blogia
LOS VERDES DEL SURESTE DE GRAN CANARIA

LA INCINERACION DAÑA LA SALUD

LA INCINERACION  DAÑA LA SALUD LA INCINERACIÓN DE RESIDUOS HOSPITALARIOS DAÑA LA SALUD

MAS VALE PREVENIR QUE CURAR

Resumen del Informe preparado por Verónica Odriozola, Responsable de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace Argentina


Introducción


La preocupación por el destino de los residuos hospitalarios, sumada a las nuevas legislaciones que llaman a tratar esos desechos, conforman un ambiente óptimo para el surgimiento y la proliferación de empresas y consultores que ofrecen, a modo de solución a funcionarios y hospitales, "las más modernas tecnologías de incineración" para ser instaladas de manera centralizada en municipios o provincias.

Pero el funcionamiento de incineradores de residuos hospitalarios para su tratamiento ha logrado que nunca haya sido más apropiado el popular dicho de que "el remedio es peor que la enfermedad", debido a las tóxicas emisiones que provienen aún de los que emplean la "más moderna tecnología".

Muchas de las emisiones de las chimeneas de los incineradores son sustancias persistentes y bioacumulativas como las dioxinas, responsables -según creciente evidencia científica- de problemas en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, alteraciones del sistema endocrino y cáncer (Allsopp, 1994). Esta información y la existencia de alternativas menos dañinas ha generado una importante oposición ciudadana en numerosos países así como la toma de nuevas decisiones políticas dificultando la instalación de más plantas de incineración. Es así que las empresas europeas y norteamericanas que venden incineradores han ampliado sus mercados hacia los países en desarrollo donde aún la legislación es más permisiva, los controles ambientales escasos, y donde existe una demanda creciente de "inversiones ambientales".

Los incineradores de residuos hospitalarios, como los de residuos industriales, liberan al medio ambiente compuestos denominados Productos de Combustión Incompleta (PICs) -entre los que se encuentran las dioxinas y los furanos, metales pesados y residuos sin quemar (Costner, 1990).



Además de las emisiones de la chimenea, los incineradores de residuos producen cenizas y efluentes líquidos. Este hecho suele ser olvidado; se cree que aún si fuera posible, bastaría sólo con controlar las emisiones aéreas, y no se presta debida atención a los nuevos residuos -cenizas y efluentes- creados por las plantas incineradoras. Dioxinas



Las dioxinas son compuestos persistentes y susceptibles de biomagnificación, es decir, sus concentraciones se van elevando hacia los "eslabones superiores" de la cadena alimentaria.



La Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EE.UU. -USEPA- identificó el año pasado a los incineradores de residuos hospitalarios como la mayor fuente de emisión de compuestos del tipo dioxinas en ese país (USEPA, 1994).

Tal como expresan diversas investigaciones realizadas sobre trabajadores expuestos accidentalmente a dioxinas, éstas producen daños al sistema inmunitario, cambios en los niveles de algunas hormonas, mortalidad prenatal, problemas en el desarrollo de a inteligencia y alteraciones en el sistema reproductor. La USEPA define a las dioxinas como "cancerígeno humano probable" (Allsopp, 1994).

Por todas estas razones, las dioxinas se encuentran en el grupo de doce sustancias tóxicas y persistentes cuya eliminación progresiva fue acordada por los países miembros de las Naciones Unidas, en la Conferencia lntergubernamental para la Protección del Medio Ambiente Marino de la Contaminación Procedente de Fuentes Terrestres (Washington, 1995). Esta reunión fue convocada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.



Metales Pesados

Según la USEPA la incineración de residuos hospitalarios también libera al medio ambiente cantidades significativas de metales pesados, incluidos el plomo, el cadmio y el mercurio. Más aún, los incineradores de residuos hospitalarios son la mayor fuente conocida de emisiones de mercurio en Estados Unidos (USEPA, 1995; USOTA, 1990).

Se sabe que los metales pesados como el cadmio, cromo, níquel, arsénico, berilio, plomo, mercurio y zinc se hallan presentes en los residuos de la incineración. Estos metales causan lesiones neurológicas y pulmonares en los seres humanos (Costner, 1990). Se sospecha y/o conoce el efecto cancerígeno de los primeros cinco metales mencionados en este párrafo (Costner, 1990).

Muchos de los metales pesados tienen un efecto negativo sobre el sistema reproductor afectando la fertilidad humana o el desarrollo del embrión (Costner, 1990).



Métodos alternativos para disminuir los riesgos asociados con los residuos hospitalarios



Debe llegar a conocerse el volumen y el tipo de residuos que sale de cada sector del hospital. Con buena organización y entrenamiento, los hospitales están en condiciones de prevenir el problema de los residuos comprando productos que presenten menos inconvenientes al momento de su disposición final, y de separar los residuos generados para dar a cada grupo el tratamiento menos dañino para el medio ambiente y la salud humana. Dado el relativamente bajo contenido infeccioso y alto costo de tratamiento, el primer paso lógico en el manejo de los residuos hospitalarios debe involucrar un agresivo plan de separación de aquellos real o potencialmente infecciosos de los no infecciosos.

Esa es la clave para una gestión racional y responsable; es necesario evitar la mezcla entre los residuos no infecciosos y los real o potencialmente infecciosos.

Según el Centro para el Control de Enfermedades, organismo de los EE.UU., "no existen evidencias que demuestren que los residuos hospitalarios causen enfermedades en el hospital o en la comunidad; ninguna evidencia publicada documenta que los desechos hospitalarios sean más riesgosos que los desechos domiciliarios" (CDC, 1989).

Los residuos infecciosos deben ser desinfectados, y para esto, la mejor alternativa consiste en plantas esterilizadoras localizadas en cada hospital. Según un estudio de la California Air Resources Board, en comparación con los incineradores, las plantas esterilizadoras instaladas en cada hospital resultan más económicas que lascentralizadas instaladas regionalmente, las que a su vez son más económicas quelas plantas incineradoras.

En estas plantas esterilizadoras pueden colocarse ropas, vidrios, metales, plásticos, etc.. Una vez desinfectados estos elementos, muchos de ellos pueden ser reutilizados; de otros, su material componente puede ser reciclado. En último lugar, habrá materiales como los plásticos que una vez esterilizados deberán ir a los rellenos sanitarios.



Tecnologías de tratamiento de los residuos hospitalarios infecciosos



Las tecnologías alternativas para el tratamiento de los residuos hospitalarios infecciosos estudiadas y sobre las que existe información involucran en términos generales las categorías siguientes: esterilización con vapor, tratamiento con microondas, inactivación térmica, desinfección química, irradiación (rayos gamma o bombardeo con haz de electrones), tratamiento mecánico, biodigestión, desactivación térmica y oxidación húmeda.

"La viabilidad comercial de alternativas de tratamiento distintas de la incineración ha aumentado en los años recientes debido al incremento de los costos de la incineración, las dificultades asociadas con la autorización de incineradores, y la percepción de un deseo de reducir la dependencia hacia los incineradores dadas las preocupaciones existentes en relación a sus emisiones" (USOTA, 1990).





Algunos lugares que han optado por no incinerar sus residuos hospitalarios

- Las comunidades autónomas de Aragón, Madrid e Islas Baleares han establecido leyes para el tratamiento de residuos hospitalarios en las que se propone el autoclave para el tratamiento de los residuos infecciosos.

- Durante el verano europeo de 1995, se cerraron los incineradores de residuos hospitalarios de Palma de Mallorca y de Teruel. El Hospital de Palma de Mallorca ha puesto en operación un autoclave para los residuos infecciosos.

- Las ciudades de Montcada (Barcelona) y Constantí (Tarragona) envían sus residuos infecciosos a ser tratados en una planta de autoclave.

- El actual gobierno de coalición irlandés se ha comprometido a establecer un programa para reemplazar todos los incineradores que tratan residuos hospitalarios por otras tecnologías. La política implementada por el Departamento de Salud no permite a los hospitales públicos la construcción de nuevos incineradores.

- Numerosos hospitales en Estados Unidos han optado por esterilizar sus residuos utilizando autoclave o microondas. La tecnología es provista por pequeñas empresas o grandes multinacionales. Las plantas son instaladas in situ en los hospitales o son de mayores dimensiones para el tratamiento de los residuos de una región, como en el caso de la ciudad de Chicago, donde se está construyendo una gran planta regional de autoclave.

- Existen más de 16 plantas de microondas para el tratamiento de residuos hospitalarios en Europa y más de 35 en los Estados Unidos (por ejemplo, Bristol Medical Health Care, Bristol, Tennessee; Peninsula Regional Medical Center, Salisbury, Maryland; Forsyth Memorial Hospital, Winston-Salem, North Carolina).



Conclusiones



El control de las emisiones de los incineradores suele estar a cargo de una autoridad provincial o municipal. Sin embargo, prácticamente ningún laboratorio de control de emisiones atmosféricas está en condiciones de medir concentraciones de dioxinas. En caso de existir la voluntad política de controlar estas emisiones, tampoco suelen existir los fondos pues se trata de mediciones costosas.

Los hospitales y los funcionarios que decidan instalar incineradores estarán decidiendo generar un gravísimo riesgo de origen químico, que puede ser aún más importante que el riesgo biológico generado por el enterramiento sin tratamiento de los residuos infecciosos.

Si de proteger la salud se trata, debe establecerse inmediatamente una moratoria en la instalación de incineradores de residuos hospitalarios. Debe elaborarse un plan de gestión de los residuos de los centros hospitalarios, implementando el reemplazo de los materiales y prácticas que generen nuevos riesgos ambientales y finalmente adaptarse un sistema de esterilización de los residuos infecciosos.



Fuente: http://www.greenpeace.org.ar/media/informes/2394.pdf



INFORME GREENPEACE

1 comentario

Domingo -

Cojonudo lo del logo en cabecera ¿como lo hiciste?